16 de abril de 2012

Elevación de cargas. Normas Generales

            Muchos de los profesionales sanitarios que trabajamos en residencias o centros hospitalarios, a menudo, realizamos pequeñas movilizaciones de los pacientes. En muchas ocasiones nosotros mismos no atendemos tanto a nuestra salud: ¿cómo realizamos la elevación de cargas?, ¿lo hacemos de manera adecuada?.

Aunque existen productos de apoyo tales como grúas, generalmente por rapidez no las utilizamos con las consiguientes lesiones que podemos provocarnos.

Por ende, es necesario tener en cuenta una base (sin hablar de transferencias y movimientos de pacientes) en cuanto a unas Normas Generales de Elevación de Cargas para fomentar una higiene postural correcta.

1.      Separar los pies, uno al lado del objeto y otro detrás;
2.      A partir de la posición de agachados (posición sedestación), mantener la espalda derecha (que no siempre es vertical);
3.      Una espalda derecha hace que la espina dorsal, los músculos y los órganos abdominales estén en alineamiento correcto;
4.      Se minimiza la comprensión intestinal que causa hernias;
5.      Cuello y cabeza deben seguir la alineación de la espalda;
6.      Dedos y manos han de extenderse por el objeto para ser levantados con la palma. Los dedos solos, tienen poca potencia;
7.      Acercarse al objeto, brazos y codos al lado del cuerpo. Si los brazos están extendidos, pierden mucha de su fuerza. El peso del cuerpo está concentrado sobre los pies. Comenzar el levantamiento con un empuje del pie trasero;
8.      Para evitar la torsión del cuerpo, pues es la causa más común de lesión de la espalda, se ha de cambiar el pie delantero en la dirección del movimiento;
9.      Si el objeto es demasiado pesado para una persona, deben coordinarse entre ellos contando, uno, dos, tres, arriba.

Sonrisas Terapéuticas :)

1 comentario:

  1. Muy bien. Siempre es bueno recordar estas reglas para elevación de cargas. Casi todos nosotros sabemos de ellos, pero cuando se los pone en práctica, con las prisas de la vida cotidiana, nos olvidamos y sólo más tarde, cuando el cuerpo empieza a quejarse, es que nos falta de uso de estos valiosos consejos.

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