20 de mayo de 2011

Caso Clínico 4.- Trastorno de Oposición Desafiante

Tras la petición de un compañero sobre cómo tratar un trastorno oposicional desafiante (TOD) en un niño con conductas disruptivas ya mantenidas en el tiempo, y tras un par de meses sin publicar un nuevo caso clínico, aquí va un nuevo tema.

Personalmente, no conocía muy bien de que iba el TOD, por lo que me he puesto al tanto en cuanto a su clínica fundamental y alguna idea se me ocurre sobre cómo trabajar con un niño y sus características. Comparto lo más relevante:

El TOD es definido por la APA por un patrón recurrente de conducta negativista, desafiante, desobediente y hostil dirigido a las figuras de autoridad. La disrupción familiar que ocasionan puede ser muy importante, creando serios problemas en la convivencia.
Es necesario diferenciarlo de otros trastornos, ya que existe la falsa creencia de considerarlo como una variante o una manifestación del trastorno de conducta. Aunque el TOD es el síndrome comórbido más frecuente en los TDAH, siendo los problemas de conducta, junto con las dificultades escolares, la repercusión más negativa del TDAH.  Así como de un niño típico, porque no todos los niños con mala conducta son niños con TOD, ya que la mayor parte de estas conductas se dan de forma habitual durante el desarrollo en niños sin psicopatología identificable.

Los niños con TOD se suelen identificar a partir de los 2-3 años por motivo de sus conductas disruptivas, los criterios diagnósticos según el DSM-IV-TR son:

A. Un patrón de comportamiento negativista, hostil y desafiante que dura por lo menos seis meses y en el que están presentes cuatro o más de los siguientes comportamientos:
  1. Se encoleriza e irrumpe en pataletas.
  2. Discute con adultos.
  3. Desafía activamente a los adultos o rehúsa cumplir sus demandas.
  4. Molesta deliberadamente a otras personas.
  5. Acusa a otros de sus errores o mal comportamiento.
  6. Es susceptible o fácilmente molestado por otros.
  7. Colérico y resentido.
  8. Rencoroso o vengativo.

B. Deterioro clínicamente significativo en la actividad social, académica o laboral.

C. Los comportamientos no aparecen exclusivamente en el transcurso de un trastorno psicótico o de un trastorno del estado de ánimo.

D. No se cumple los criterios de trastorno disocial y, si el sujeto tiene 18 años o más, tampoco los del trastorno antisocial de la personalidad.


En base a esto, ¿qué tipo de necesidades tendrán estos niños y qué abordaje desde la TO puede ser útil? Animaros a los TO’s  que tengáis más conocimientos en este tema a ayudarnos a elaborar una intervención desde terapia ocupacional.

Sonrisas terapéuticas J

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.