Durante
nuestra formación profesional no nos enseñaron a cómo manejar el duelo. No nos
dijeron que en nuestra profesión no solo tendríamos que apoyar a nuestros
pacientes durante todas sus etapas de vida y a las familias con las que
trabajamos… también tendríamos que pasar situaciones de duelo por pérdida de un
familiar, y ni qué decir… tampoco nos enseñaron a cómo manejar nuestro propio
duelo. En este preciso momento me parece un buen tema que tratar con los
estudiantes de cualquier profesión que trabaje con otras personas… Alguien
debería ponerlo en práctica.
No
se vosotros, pero eso de la relación terapéutica es un pequeño bulo.
Efectivamente claro que existe y se da, pero cuando una relación
terapeuta-paciente se extiende a lo largo del tiempo, pasa a ser mucho más que
una simple relación terapéutica. De repente te encuentras con una familia más
extensa, que la tuya propia.
No
traigo libros, no traigo ninguna información extraordinaria al respecto… Traigo
la tristeza de una persona que ha perdido a otra persona. Una terapeuta a su
paciente. El tiempo y los buenos recuerdos harán el resto. Hoy cierro su
historia ocupacional. Mi pequeño homenaje a un pedazo de hombre.
Con todo mi cariño. Isi.
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