La 2ª quincena de julio he disfrutado de unas prácticas de terapia ocupacional pediátrica únicas e irrepetibles en la casa de colonias Can Montcau (La Roca del Vallés-Barcelona), organizado de mano del Centro de Estimulación Infantil de Barcelona (CEIB), por Bàrbara Viader.
El campa estaba destinado a niñ@s de entre 4,5 a 12 años de edad con dificultades en su desarrollo, debido a problemas de integración sensorial, como problemas de aprendizaje escolar, problemas de coordinación motriz, retraso psicomotor, dificultades del lenguaje y problemas de atención y/o hiperactividad.
TO's en Can Montcau. Julio 2011 |
Se organizó en dos turnos, uno con niños que se expresaban mejor en castellano y otro de catalán (uno por semana con 8 grupos diferentes de 4-5 niños cada grupo, con un total de 35-40 niños por turno). Con 10 TO’s en prácticas, 12 TO’s supervisando, dirigiendo y llevando a cabo las actividades desarrolladas y 3 monitores.
TO's en prácticas en un pequeño descanso. Julio 2011 |
La dinámica del campa ha sido la mar de intensa y estructurada (no puede ser menos), las 24 horas del día con un grupo de niños cada uno con sus “peculiaridades”, con el resto de compañeros y con un ritmo que no da lugar a plantearte mucho más que “lo nos toca hacer ahora”.
Las sesiones terapéuticas de 40 minutos se desarrollaban a lo largo del día, de 9 a.m. a 20 p.m., en las cuales hemos disfrutado junto con los peques: musicoterapia, artes marciales, psicomotricidad, expresión corporal-teatro sensorial, trabajo táctil-emocional en la granja con animales, integración sensorial, yoga… Al igual que los niños, nosotros también hemos aprovechado esas clases y participado activamente en ellas, incluso cuando mi querido Ferrán (Prof. de musicoterapia) ¡nos hacía cantar en catalán! ¡No hay ridículo que valga…!. Todos mis compañeros y yo misma, nos hemos divertido a la vez que hemos sacado partido del trabajo de estas semanas con los peques y el resto de los profesionales con los que la interacción ha sido muy buena.
Aunque a nivel general, no ha sido un trabajo específico de TO, aunque trabajar las AVD no se puede hacer más en vivo y en directo. En el campa el tratamiento que se ha ofrecido ha sido grupal, las condiciones son esas realmente, lo que en muchos casos para los más introvertidos y con dificultades de interacción social ha sido una ventaja, puesto que hemos ido viendo la evolución y el sentimiento de pertenencia que se crea dentro de cada grupo. Ser del grupo verde o del grupo azul oscuro ha significado pertenecer a un gran equipo con unas reglas en común que teníamos que respetar y seguir. Por ejemplo… Hasta que no estemos todos sentados a la mesa no podemos empezar a comer… y nuestro grito de inicio era “¡¡Al ataqueeeee!!”.
Mis grupos de trabajo han sido con niños de entre 8 y 10 años, con necesidades especiales el primero de ellos; un grupo muy duro pero con el que he aprendido muchas cosas, de cómo trabajar con ellos (puesto que llega un momento en el que uno se plantea de si vale o no para tratar con peques) y de mi misma (tengo toda la paciencia del mundo que creía perdida). Y el segundo algo más “relajado” en comparación con el anterior, pero con el que tampoco ha habido tregua, y con los que he aprendido un montón de catalán. Todos te exigen un nivel de atención alto para ayudarles e indicarles como llevar a cabo el día a día de manera ordenada.
Y al final de todo… su trabajo lo reflejábamos en un diario que se han llevado los papás, donde hacíamos constar las actividades que han hecho los peques y como las han desempeñado.
Una experiencia espectacular, para volver a repetir, con un grupo de terapeutas y monitores a los que ya se echa en falta.
Sonrisas terapéuticas :)
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